miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ornamento y Delito: la belleza de lo auténtico


Ornamento y Delito es una banda que lleva ya tres trabajos autoeditados a sus espaldas y que en estos momentos acaban de fichar con Limbo Starr para sacar “Rompecabezas de moda y perfección moral”.Recientemente precedieron a Joaquín Pascual en un directo espectacular en el Teatro Lara de Madrid.

Para definirles su MySpace dice acertadamente que “no es un grupo de modernos y para modernos, pero que probablemente acaben poniéndose de moda”. Creo que nos encontramos en el momento justo antes de que eso se produzca gracias a la promoción que acarreará su reciente fichaje. Ahora es lógico desear que en ese proceso no se empañe la verdad que transmite el grupo.
Es cierto que Ornamento y Delito no son unos modernos al uso porque les falta esa impostura superficial (el “añadido inútil” del tratado arquitectónico de Adolf Loos de 1908 que da nombre a la banda), Ornamento y Delito tienen pose sí, pero es una pose demasiado bien asentada sobre, aunque suene paradójico, principios útiles de autenticidad. Es necesaria cierta pose para afirmar que en Madrid “sólo hay coches y puteros”.


Tras la crudeza de sus letras, uno de estos principios es en mi opinión la voz de Ornamento y Delito; Gari interpreta (más que canta) con las dosis necesarias de teatralidad, ironía, oscurantismo (La Canción de la Muerte) o incluso rabia en cada momento. Las guitarras y sintetizadores orquestan a la perfección el carácter desgarrador del mensaje. Desgarro sin acritud, con elegancia. Su rock es preciosista sin pretender serlo puesto que todo lo que suena o todo lo que hacen tiene sentido, aporta o tiene su utilidad. Es punk evolucionado porque se ha actualizado (modernizado) inteligentemente, de esta forma puede conectar con los más puristas (onda Ramones) y con los más recientes (onda Nudo Zurdo) a la vez.


Se percibe la madurez y esa precisión en el engranaje de los miembros como grupo que les otorga, al margen de conexiones personales que seguro las hay, el llevar tocando juntos desde 2006. Están consolidados en lo musical lo que les ayudará en su adaptación al ámbito de los medios, de la prensa especializada y el reconocimiento social. Sólo nos queda desear que Ornamento y Delito consigan formar el rompecabezas de ponerse de moda sin perder su perfección moral y para asegurarnos de eso tendremos que esperar a futuros directos que esperemos abunden. Hay un murmullo en el centro del desierto (ese desierto de grupos indies “que se dicen lobos y son como ovejjjasssh” Manifiesto sobre el estado del Indie de Erik Jiménez) se llaman Ornamento y Delito.



1 comentario:

  1. Además, como buenos bilbaínos que vivieron los 80, son muy fans de Eskorbuto :-)

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